15.11.08

La navidad, fecha derivada del solsticio

para Roberto y Luis Martínez y la gran familia Resendiz, en agradecimiento por el cariño que profesan a mis hijos.


La navidad tiene que ver particularmente con la adoración y fascinación que el hombre ha tenido con el sol como su ícono mayor. La referencia exacta parte del solsticio de invierno, en donde el sol comienza su cíclico recorrido por tener preeminencia sobre la noche. Desde tiempos inmemoriales en Persia (actual Irán) se celebraba, hace cuatro mil años el natalicio del dios solar Mitra, el dios de la Luz, la antigua divinidad meda-persa; Los romanos celebraban el 25 de diciembre la fiesta del Nacimiento del Sol invicto, asociada al nacimiento de Apolo; los egipcios festejaban en invierno el nacimiento de su dios solar Horus, hijo de Osiris y Isis. Según la mitología, Horus nació de la virginal Isis, de manera análoga, a la imagen cristiana de Cristo y la Virgen María; los germanos y escandinavos celebraban el 26 de diciembre el nacimiento de Frey, dios nórdico del sol naciente, la lluvia y la fertilidad. En esas fiestas adornaban un árbol perenne, que representaba al árbol del Universo, costumbre que se transformó en el árbol de Navidad, cuando llegó el Cristianismo; los mexicas celebraban durante el invierno, el advenimiento de Huitzilopochtli, dios del sol y de la guerra, en el mes Panquetzaliztli, que equivaldría aproximadamente al período del 7 al 26 de diciembre de nuestro calendario.

La Navidad por tanto recupera la sensibilidad de muchos pueblos por esta fascinación astral y que estamos ciertos fue considerado para ubicar el nacimiento de Jesús, el Cristo, (grado supremo entre esenios) después de cerca de tres siglos de persecución a sus seguidores. Sin embargo la navidad histórica debería situarse en primavera (entre abril y mayo), siguiendo el relato de Lucas 2:8, que indica que la noche del nacimiento de Jesús, los pastores cuidaban los rebaños al aire libre y que el cielo estaba lleno de estrellas. De acuerdo a historiadores árabes, norteamericanos e israelitas, es poco probable que este acontecimiento hubiera ocurrido en el invierno por las bajas temperaturas y los hábitos de pastoreo de la época.

De acuerdo a Nat Geo cerca del año 200 de nuestra era, teólogos egipcios asignan no sólo el año sino también el día real del nacimiento de Cristo como 20 de mayo, y aproximadamente 20 años después de esas investigaciones y de la subrepticia actuación de los principales Pastores cristianos de la época, se popularizó el 25 de diciembre como la fecha del nacimiento de Jesús.

Registros católicos describen que para el año 325, la Iglesia Alejandrina ya había fijado el Día de advenimiento y de la epifanía (Díes nativitatis et epifanía) el 25 de diciembre y el 6 de enero. ¿Las razones? La sociedad era básicamente labrantía y como hemos expresado anteriormente, conocían los solsticios, sus efectos en los cultivos y los utilizaban como referencia para sembrar y programar cosechas. El solsticio de invierno era particularmente apreciado, porque a partir de ahí comenzaba a ser más largos los días que las noches, y estarán de acuerdo que el Dios (el sol) renacía y comenzaba a crecer y era por tanto un dios niño, o Niño Dios. ¿Dónde habré escuchado esto?

El papa Julio I pidió en 350 que el nacimiento de Cristo fuera celebrado el 25 de diciembre. Los romanos, también celebraban a Saturno durante la semana del solsticio, que eran el acontecimiento social principal, llegaban a su apogeo el 25 de diciembre. Para hacer más fácil que los romanos pudiesen convertir al cristianismo sin abandonar sus festividades, Julio I pidió que ambas celebraciones fueran en la misma fecha. Y no olvidemos al emperador romano Constantino I el Grande que audazmente se convirtió al cristianismo en la misma época, al descubrir que la fuerza militar ya no daba posibilidad a le hegemonía romana y optó por la ideológica.

Los primeros cristianos celebraban principalmente la Epifanía, cuando los magos a secas (no se sabe en qué momento adquirieron su grado monaguesco), los que fueron comisionados por el tirano Herodes para ubicar a Jesús recién nacido, mas estos atendieron a su ética y regresaron por caminos distintos sin informarle. Para las Iglesias Orientales la Epifanía es más importante que la Natividad, ya que es ese día cuando se da a conocer al mundo, en la persona de los extranjeros la llegada del Salvador. Por cierto pocos países celebran fecha tal.

Durante la Reforma protestante, el extraordinario impulsor del cristianismo protestante Martin Lutero y sus seguidores llamaban a la Navidad trampas de los papistas y esta opinión persiste en las iglesias de ese cuño. Aun en las diferentes denominaciones de México están en contra de tal fiesta, aunque aprovechan el sentimiento sensible para ahondar más la fe.
En la América colonial, los puritanos de Nueva Inglaterra rechazaron la Navidad y su celebración fue declarada ilegal. Al mismo tiempo, los cristianos residentes de Virginia y Nueva York siguieron las celebraciones libremente. La Navidad cayó en desagrado de los Estados Unidos después de la Revolución Americana, cuando se estimó que era una costumbre inglesa. Qué paradoja, ahora los norteamericanos son los principales impulsores de esta, para desarrollar una cultura intensiva de consumo. Por otra lado tampoco podemos deja de estimar el efecto tremendista y sensiblero
El libro de Charles Dickens Un cuento de Navidad, publicado en siglo XVIII, desempeñó un importante papel en la reinvención de la fiesta de Navidad, haciendo hincapié en la familia, la buena voluntad, la compasión y la importancia del lazo familiar.

En México, en nuestro extraordinario de país, donde la celebración de muertos constituye una fiesta de reminiscencia amorosa a los que han partido y que se distingue en el mundo por no repetir los día de brujas y cuya celebración emana de las más antiguas costumbre nórdicas y cuyo signicado es mas bien tenebroso, las posadas son igualmente distintas. Nuestras las Posadas son fiesta popular que recuerda el trayecto de san José y la Virgen María para llegar a Belén. Estas celebraciones tienen lugar del 16 al 24 de diciembre en Latinoamérica. Por lo general se reúnen de a 20 o 30 personas para cantar coros descriptivos del penoso viaje, degustar cosas típicas de Navidad, como buñuelos, tamales, ponche y cantar villancicos, además de divertirse, y hacer juegos variados con piñatas y demás.