6.10.09

Tristes noticias de la reforestación en Chiapas




En junio de 2009 se inició en Chiapas la plantación de árboles apropiados y nativos en los bosques y selvas, a la luz del programa reforestación con planta de vivero del programa Proárbol 2009 C.1.1.1. Los responsables directos en el estado son la Comisión forestal del estado y la Comisión nacional forestal. En este proceso se esperaban reforestar más de 21 mil 309 hectáreas, beneficiando a 391 dueños de predios que se harían acreedores a apoyo económico, árboles y ayuda para contratar un técnico forestal. Chiapas se proponía reforestar las 6 regiones, de las cuales dos cubrían un área pequeña, así que una vez entregados los apoyos el primer criterio fue verificar 4 de las 6 regiones del estado, con la presencia conjunta de 34 verificadores. Originalmente sólo se revisarían los predios de 150 has, más, comenzadas las tareas y ante la sequía y lento retiro de plantas, el estándar de verificación fue reduciéndose a 100 has, luego a 50 has, hasta llegar a verificar la totalidad de los predios de las regiones citadas. El resultado de más de dos meses de trabajo de verificación es el siguiente:

De 391 beneficiarios de este programa, 239 retiraron planta, constituyendo el 61 por ciento de la meta prevista. Antes de la verificación. se desistieron 16 beneficiarios con una extensión de 748 hectáreas. Posteriormente, y producto de la verificación, se desistieron 49 beneficiarios con una superficie de 1258 hectáreas. Adicionalmente se cancelaron 2 beneficiarios con una superficie a reforestar de 200 hectáreas y existe un número aún no cuantificado de futuras cancelaciones. (Este documento se redacta a finales de septiembre). Entre todos estos rubros se puede encontrar que:

de las 21,309 hectáreas asignadas, con una estimación de planta para establecer superior a los 15 millones, se retiraron mas de 11 millones y medio de plantas que permitirían reforestar aproximadamente 15 mil has. Es decir, seis mil has menos de las 21 mil 300 hectáreas previstas y, sin que ésta sea ahora la meta, los datos de retiro de planta hasta hoy, nos permiten aceptar temporalmente estas expectativas.

Los resultados finales aún no se disponen, pero ya se esperan. A la fecha, la reforestación o el establecimiento de plantas apenas ha superado las cinco mil hectáreas, constituyendo una tercera parte de las 15 mil que aún están vigentes en el programa de reforestación 2009 en Chiapas. Si consideramos la meta con base al retiro de plantas, esta cifra constituye menos de la cuarta parte de la previsión original.


Las cifras son poco gratas, pero son los datos reales de la condición que priva en este proceso particular. Existe una voluntad franca del gobierno de Chiapas, así como del gobierno federal para restaurar la cobertura forestal de selvas y bosques de nuestra entidad. Existen los recursos administrativos, técnicos y operativos para impulsar acciones firmes en esta materia. Muchos chiapanecos del área rural ponen su mejor empeño en regresar a nuestra entidad los pulmones que por muchos años han caracterizados a Chiapas. Sin embargo hay condiciones inadecuadas en la entrega de los recursos técnicos y económicos a los beneficiarios. No por negligencia o corrupción, sino porque los mecanismos de dictaminación tienen periodos cortos de tiempo, que no permiten hacer una verificación previa de los predios, para evaluar sus condiciones.

El otorgamiento de los recursos financieros, asesoría, capacitación, entrega de la planta y sus instrumentos de control, convergen en un periodo muy corto de tiempo y los funcionarios de ambas instituciones pasan de capacitadores, a viveristas, apaga fuegos, verificadores, dictaminadores y supervisores, entre otros. Sin obviar que además existen aquellos ciudadanos con predios o no, que ven en este programa y sus dinámicas, una forma de medrar con el mismo, considerando a los fondos de reforestación de ProÁrbol, como dinero fácil no auditable.

De la verificación emana también, que las condiciones adversas en esta materia tienen sus particularidades dependiendo de la región de que se trate, sin dejar de considerar que existen vicios comunes. Por ejemplo, tanto en la Frailesca como en la Sierra hay técnicos forestales que aparecen en los expedientes como responsables de asesorar áreas superiores a las 1000 has, provocando suspicacias por su honorabilidad. Y entre ambos casos, también se debe decir, hay dos apreciaciones de la gente en torno al trabajo de estos técnicos. Uno bueno y otro malo.

De manera preponderante se debe decir que la excesiva sequía de 2009, afectó también los procesos de reforestación en todo el estado y tampoco debemos dejar de mencionar que este fenómeno fue aprovechado por algunos que no tenían la firme intención de plantar.

El otorgamiento de especies tropicales para zona de coníferas constituyó también una constante en distintas regiones, acusando la ausencia de técnicos o la falta de éstos. Los mecanismos de control para liberar la planta en los viveros siguen siendo deficientes, porque existen muchas condicionantes licenciosas para regular el trámite. Además, entre las escasez de equipo para llevar la planta a cada predio y la responsabilidad no bien aceptada de los beneficiarios de prever en tiempo y forma el retiro de plantas, hay un margen muy grande que facilita la realización de procesos inadecuados para el traslado, preservación temporal y establecimiento adecuado de la planta. Si a todo ello le sumamos que existen cuotas de confianza con viveristas externos, ajenos a las instituciones y que algunos de éstos entregaron planta pequeña mezclada entre la aceptable, tenemos como resultado claro las cifras descritas arriba muy someramente.

Con la intención de focalizar la problemática general, se describirán someramente las condiciones y los factores de error de este proceso región por región, con la intención de asentar en un marco más claro cuáles son las condiciones que no pueden repetirse, por ser ofensivos a la inteligencia.

Derivado de la verificación se generó una experiencia enriquecedora que ha permitido conocer a priori, vicios y errores en la asignación de este beneficio y que ha asentado un precedente de control ante la ciudadanía y de rigor laboral para las instituciones que participan en el mismo.

De los 391 beneficiarios, 16 de ellos con 748 has, se desistieron antes que la verificación los alcanzara y producto de ésta, 49 beneficiarios con 1,258 has decidieron no proseguir con la intención de aprovechar los beneficios de la reforestación y a dos más se les canceló su participación afectando 200 has más.

En total, producto de la verificación, 1458 has fueron afectadas con responsabilidad legal para 51 beneficiarios. Este hecho reorientará mañana la eficacia de este programa, porque se quitará en la percepción de los abusivos la idea de que este programa es dinero fácil.

De las regiones en particular se puede expresar lo siguiente:


Región Soconusco


19 beneficiarios, 1642 hectáreas asignadas: se retiraron plantas para 1406 has y hasta el 19 de septiembre se han establecido 621 has. Se verificaron 18 predios con una superficie de 1542 has y se desistieron 3 predios con 166 has.

Entre las condiciones hidrográficas de esta región, destacan elevaciones que van de cero hasta 1500 metros sobre el nivel del mar. Su vegetación original era de selva mediana caducifolia, aunque actualmente ha sido sustituida casi en su totalidad por pastizales para el ganado y campos agrícolas. Destacando en este último rubro la importante presencia de café y en menor proporción, pero igualmente importante de cacao. Ambas especies reclaman sombra y de ahí que en esta región de Chiapas, la reforestación no sea precisamente uno de los problemas ambientales mayores.
Sólo para corroborar, en esta región destaca un importante sistema hidrológico constituido por los 17 ríos desde Suchiate frontera con Guatemala hasta Lagartero colindante con Oaxaca, y basta con una mirada desde la carretera o a vuelo de pájaro, para entender que la forestación, entendida ésta formalmente, no es precisamente el programa que aquí aplica.

Problemática


Todos los expedientes aprobados para esta región los realizaron miembros de una ARS, Asociación Regional de Silvicultores, y previeron la reforestación en su totalidad en terrenos que no carecían de cobertura forestal y un porcentaje elevado estaba destinado para el cultivo de café y cacao.

Muchos de los beneficiarios explicaron a los verificadores que cuando la ARS les prometió árboles, éstos reiteraron su preocupación por tener café y cobertura forestal, pero la ARS los animó con el cambio de especies más finas. Al final los beneficiarios plantaron, cumplieron su parte y, con base en experiencias anteriores con un proceso similar en donde se encontró planta enferma de un año, podemos prever con tristeza que la mayor parte de la planta establecida este año, está destinada a morir por el exceso de sombra y de humedad.


Región Sierra


46 beneficiarios, 4765 hectáreas asignadas: 29 beneficiarios retiraron plantas para 3265 has y se han establecido 2109 has. Se verificaron 43 predios con una superficie de 4,615 has y se desistieron 4 beneficiarios con 300 has.

En esta región se encuentran las más altas elevaciones del estado, y está caracterizada por ser la zona en donde nacen ríos de los sistemas hidrológicos de la Llanura Costera del Pacífico y del Grijalva. Su suelo resulta delgado y escaso, su clima varía según su altitud y localización, y su vegetación es de selva mediana y alta, así como de coníferas.

Problemática


En esta región están aún frescas en la memoria las tragedia de los huracanes de 1998, 2003 y 2005. Por ello es posible que la reforestación de Chiapas que tenga mayor expectativa de éxito sea ésta. Hay casos de beneficiarios que, incluso cubeta a cubeta, riegan las plantas y velan por su sobrevivencia. Sin embargo los expedientes, elaborados también en gran parte por ARS, acusaban áreas compactas de reforestación. La verificación demostró una pulverización del establecimiento. Es decir: en un apoyo de 150 hectáreas llegaron a existir hasta 280 beneficiarios reales, que plantaron desde un cuarto de hectárea hasta 1 ha y en muchos casos los beneficiarios no se quedaron con la subvención económica o ni siquiera estaban enterados de ella.

En la mayor parte de los Ejidos se observó que la gente no sembró a las distancias correspondientes de 3 x 3mts; si no que las establecieron a distancias menores y en algunos casos con doble planta -no hubo asesoría oportuna- lo cual impacta claramente en la superficie georeferenciada, disminuyendo así la superficie real reforestada, con respecto a las metas previstas. Aunado a ello, la topografía del terreno, que en general es con pendientes que van desde el 70 al 95 %. Hay también beneficiarios no están de acuerdo con el monto que cobra la ARS de Motozintla. Tal es el caso del Ejido Llano Grande, municipio de La Grandeza, en la que mencionó el comisariado que no quería saber nada de la ARS, debido a los pagos tan altos realizados anteriormente. De igual manera, y de acuerdo a comentarios expresados por el Director de Ecología de Siltepec, los beneficiarios y hasta el propio Ayuntamiento no quieren que la ARS tenga socios debido a que los engañan. Ahora bien, tampoco podemos obviar que existen presunciones negativas en contra de este funcionario.




Región Frailesca



171 beneficiarios, 8,672 hectáreas asignadas: retiraron planta para 6284 has y se han establecido 2205, se verificaron 156 predios con una superficie de 7378 has y se desistieron 22 beneficiarios con 663 has.

Esta región se ubica en parte de la sierra madre oriental -paralela a la línea costera del Pacífico- y de la depresión central del estado de Chiapas. Es muy evidente en esta región el fenómeno de la canícula por sus condiciones hidrográficas; y sus suelos van desde delgados hasta buenos, por lo accidentado del relieve.
La vegetación original es de selva baja caducifolia, pudiendo apreciarse selva mediana en altitudes superiores a los 800 metros sobre el nivel del mar y bosques de encinos por arriba de los 1 500 msnm. Por tanto existen amplias zonas de transición.


Problemática


En esta región muchos beneficiarios aceptaron que un solo técnico realizara los expedientes. Existe un caso de un técnico que debería atender más de 1600 has, pero a diferencia de técnicos similares en la Sierra, de éste aún no podemos decir que su trabajo es bueno. En esta región en particular, los técnicos hicieron los expedientes con formatos prestablecidos llenando los campos con información idéntica, de tal manera que pareciera que todos los predios tenían condiciones iguales. No faltaron aquellos que pensando en especies preferidas como el cedro, exigieran ésta para establecerla en terrenos de coníferas. Tampoco faltaron aquellos que teniendo zonas de transición conífera-tropical sólo aceptaron especies tropicales. Pero en ánimo de ser francos, los viveros tampoco tuvieron la capacidad de atender la demanda de coníferas, ni se consultaron a tiempo los mapas que demuestran las amplias zonas de transición de esta región, lo cual deriva en un resultado poco satisfactorio. Un ejemplo claro se dio en el ejido San Juan de los Ángeles, en el cual existen 62,500 plantas tropicales en un total de 100 ha, que presentan buena vigorosidad y una altura promedio de 30cm, siendo una zona con un ecosistema templado factible solo para especies coníferas.

La mayoría de los desistimientos en la Frailesca se debieron a que no tenían el conocimiento de dicho proyecto y por ende no tenían superficie factible para hacer los trabajos de reforestación, toda vez que solo disponen de terrenos agrícola-ganaderos. Mucho grado de responsabilidad la tienen los técnicos asesores al no explicar los lineamientos del programa ProÁrbol 2009.






Región Centro


138 beneficiarios, 5,621 hectáreas asignadas: se retiraron plantas para 3793 has; se han establecido 449 has; se verificaron 113 beneficiarios con una superficie de 4918 has y se desistieron 36 beneficiarios con 877 has, cancelaron 2 con 200 has.

También conocida como Depresión central de Chiapas, se ubica al centro del estado. Es una extensa zona semiplana bordeada por la Sierra Madre de Chiapas, la Altiplanicie Central y las Montañas del Norte. Dentro de la depresión se definen distintos valles. Los suelos son buenos en general, ya que la mayoría son de origen aluvial y profundo, aunque en las zonas de lomeríos los suelos son delgados y pedregosos. La vegetación original es de selva baja caducifolia.


Problemática


En esta región se aprecia la calificación de los expedientes para otorgar apoyos, realizada con mayor confianza para con los beneficiarios, pues luego de la verificación se descubrieron asignación de apoyos con duplicaciones de predios beneficiados. En muchos casos se pudo corroborar a posteriori, que los técnicos asesores cumplimentaron los expedientes explotando al máximo las reglas (muchas eran mujeres y procuraban ser muy pobres e indígenas), también debe reconocerse que aceptaron a técnicos que en experiencias de años anteriores, fueron conocidos por sus insolvencias, y hoy están nuevamente procurándose beneficiarios para acceder al financiamiento, y lo consiguieron. Existen varios casos documentados de beneficiarios que nunca tuvieron la intención de establecer, casos de de plantas retiradas de viveros que morían en patios o galeras, por falta o exceso de agua y otros que plantaron en pastizales o terrenos inadecuados.


Conclusiones básicas



Existen condiciones para reforestar en Chiapas. De las tres millones de áreas forestales originales, hoy quedan un poco mas de 1 millón 200 mil y las tareas de forestar en el presente milenio han alcanzado expectativas superiores a las 100 mil has. Sin embargo, el ánimo corrupto del mexicano sea éste funcionario público, asesor externo o beneficiario; abre una puerta muy amplia para que este programa, que dispone de amplios recursos para este fin, no alcance su objetivos primordiales. De las 100 mil has de expectativas, estoy cierto que no han de prevalecer mas de 20 mil.

Existe, como se expresara anteriormente, un interés formal del gobierno y de muchos ciudadanos por reforestar y cambiar el triste paisaje chiapaneco, que no expresa exclusivamente la falta de manto forestal en muchos cerros y la selva, sino la brutal indolencia de la mayoría por la preservación ambiental. Es lamentable ver en jóvenes chiapanecos el hábito de caza, la ignorancia de los efectos de la tala sistemática, la ignorancia supina de la mayor parte de los alcaldes por fomentar una cultura de preservación y de respeto ambiental, y no solo en el discurso del 5 de junio, sino en sus actos de gobiernos.

Particularmente es triste ver los afanes de los presidentes municipales –quienes por previsión constitucional deben velar por la disposición de la basura – en caerle bien al gobernador en turno, hacer negocios personales con recursos públicos y labrarse una buena fama (Cosa que nadie logra, puesto que terminar su gobierno son considerados como pillos, por haber actuado como tales en su mayoría), en ese orden, y dejar de lado los asuntos importantes.

Inevitablemente tanto reforestadores como gobiernos municipales, transitan al amparo de la corrupción y especialmente de la ignorancia que es madre de la primera. Pero mas lamentable, es el mexicano de critica irracional que pone un velo en sus ojos y prefiere culpar al gobierno de lo mal que estamos.