20.9.10

Averno de 72 inmigrantes

En México hemos llegado a extremos propios del mismísimo averno. Recuerda la Divina comedia de Dante Alighieri, de aquel que cada vez que vemos algo horrible, luego luego, decimos: dantesco. Esa obra descrita en tercetos y que cuan¬do hablan del infierno se describe en un viaje junto al poeta Virgilio -a quien Dante admiraba- y que describe los nueve círculos que poseía una suerte de cono armado con nueve platos en los que se daba castigo a los condenados. De acuerdo al sapo la pedrada. Si matabas la vaca, castigo fuerte. Si solo echabas las aguas, pues un castigo menor. En el tránsito de estos círculos que iban purificando se encontraba al mismísimo Lucifer que tenía tres cabezas y dentro de la boca de la principal cabe¬za se hallaba el pobre Judas Iscariote al cual mordía con sus filosos colmillos y dice Dante que se escuchaban horribles gritos de dolor del Judas. Qué imagen. Aunque si fuera político me cuidaría del octavo círculo… (so´bestia) para los que predicen el futuro y administran el erario público. Pero ya no sorprende la Divina Co-media. Pues aquí estamos peor ahora.

En la lucha que lidia el gobierno calderonista contra la delincuencia organi¬zada, en la semana última de agosto en¬contramos historia de horror espantosas. El 22 de agosto a la media noche, en algún lugar de Tamaulipas, varias camionetas de indocumentados que aprovechaban el manto de lo noche, se trasladaban por caminos vecina¬les para llegar a la frontera, según el relato del único sobreviviente. Cerca de la media noche les cerraron el paso al vehículo en el que viajaban las víctimas y los hicieron bajar de él. Les advirtieron que eran Los zetas y les pidieron que se sumaran a ellos los hombres, en calidad de sicarios, y las mujeres en calidad de ayudantes. Que ganarían en México y en sus países, miles de dólares. Los inmigrantes se negaron y fueron atados en el interior de una casona abandonada, y como se negaron, coléricos los patearon y los golpearon con sus armas. Y toda vez que los sudamericanos insistían negándose y alguien de ellos quiso encarar a los malditos, le dispararon sin mayor explicación. Con ello comenzó el paseo dantesco. Comenzaron a dispararles sin detenerse a escuchar los gritos de piedad hasta que no quedó uno vivo (aparentemente). 72 personas originarias de Brasil, Costa Rica, Honduras, El Salvador y Guatemala fue¬ron masacradas, y se menciona que una de las 14 mujeres se encontraba en un avanzado estado de embarazo. (malditos)

Esta relato constituye una de las peores infa¬mias de la historia moderna de México. Más lo triste es que no es una historia aislada. Con este hecho reapareció la dramática narración de Marisolina, una centroamericana que fue raptada por zetas para servidumbre y que milagrosamente vive para contar su historia.

Sin mayor cuestionamiento la secuestraron en Coatzacoalcos Veracruz, la convirtieron en la cocinera de migrantes secuestrados y de los jefes de una casa de seguridad. Los migrantes eran despojados del poco dinero que llevaban e inmediatamente les obligaban a comunicarse con sus familiares para que reunieran el rescate (tres mil dolares) que los zetas les exigían para dejarlos en libertad y pudieran continuar su camino. Si nadie daba dinero para el rescate. Eran asesinados, descuartizados e incinerados.

Marisolina no tenía parientes. – Con algo nos vas a tener que pagar güerita, la amenazaban los primeros días de cautiverio. Ella cuenta: – Al principio sólo les cocinaba pero cuando me agarraron confianza me dieron su ropa para que se las lavara. Una noche, al terminar de servir la cena, el hombre, a quien todos apodaban El perro, que era como el jefe de la casa de seguridad y quien siempre traía una arma colgando y maltrataba a los migrante, se emborrachó, se metió mucha cocaína y me pidió que me sentara a platicar con él y me preguntó: – Güerita: ¿sabes porque traigo la ropa tan sucia? Le dije que imaginaba que arreglaban las camionetas en las que trasladaban a los centroamericanos. El Perro soltó tremenda carcajada y me dijo: – Yo soy el carnicero. No hago nada de mecánica. Mi trabajo es deshacerme de la basura que no paga.

Continua la narración de Marisolina dijo: pri¬mero los hago en cachitos para que quepan en los tambos y luego les prendo fuego hasta que no queda nada de esos pendejos. Ella recuerda entonces que lavaba muchas veces, la sangre de esa gente y describe como al tallar la ropa salían los pedazos de carne. Todo olía a hollín. Marisolina estuvo tres meses bajo el cautiverio. Recuerda haber ubicado a seis carniceros, uno por cada casa de seguridad y agrega: – Arriba de los carniceros estaban los meros jefes, ellos daban orden de cuántos desaparecer”... Un día me ordenaron que subiera la comida a un cuarto al que nunca había entrado. El puro olor de ese lugar me hacía llorar. Ahí tenían a los “amarrados”. Ellos eran los que no podían pagar y estaban en la lista para ser asesinados.

Otra Historia. Testimonio que Álvaro Mén¬dez secuestrado en la inmediaciones de Reynosa Tamaulipas y que fue dado a conocer hace más de año y medio. – Los Zetas nos agarraron... Nos llevaron a un rancho muy grande, donde tienen a mujeres trabajando en la comida y en la limpieza. Ahí cayeron primero siete y luego cinco migrantes más… Al otro día, el patrón me mandó llamar. Pensé que me iba a matar. Me preguntó que si no tenía miedo. Me llevó a pasear en su troca y me quiso convencer de que trabajara con él. Me ofreció dólares, camionetas, drogas y mujeres, pero no acepté… A mí me querían con ellos porque me dijeron que necesitaban gallos como yo. Afortu¬nadamente Álvaro Sobrevivió.

Esa historia permitía prever que la vorágine de violencia iba a alcanzar los niveles de incredulidad actuales. Escuchar cómo, sin mayor trá¬mite, uno a uno, los 58 hombres y 14 mujeres, entre ellos menores de edad, fueron fusilados con ráfagas de armas de alto poder. Al final, los ase¬sinos remataron con el tiro de gracia a cada una de sus víctimas. Entre los fusilados estaba un ciudadano de Ecuador a quien el tiro final le entró, al parecer, por un extremo del cuello y salió por la mandíbula. Esperó ahí, tendido, hasta que los victimarios se fueron y pudo escapar. Él fue el único sobreviviente.

Luego corrió 22 kilómetros y detalló la histo¬ria ante grupo reducido de militares. En princi¬pio, los marinos no le creyeron, ya que en otras ocasiones han sido emboscados con mentiras de este tipo. Eran cerca de las siete de la mañana del lunes 23 de agosto cuando los marinos tuvieron contacto con el ecuatoriano quien balbuceaba que había más de 70 muertos en un rancho. El jefe de la partida informó a sus superiores e hicieron un reconocimiento aéreo en la zona y cuando se sobrevolaba fueron agredidos, lo que les hizo de¬ducir que había indicios de que fuera verdad, la masacre narrada por el sobreviviente. Fue hasta el martes por la mañana, cuando con mayor personal y pertrechos llegaron los marinos hasta el rancho y descubrieron los 72 cuerpos dentro de una bodega de maíz abandonada. Estaban maniatados y con los ojos vendados.

En las inmediaciones del rancho donde se produjo un enfrentamiento en el que murieron un marino y tres criminales, se detuvo a un menor originario de Veracruz, quien habría participado en la matanza, según las primeras versiones, este menor está totalmente adiestrado para no revelar información sobre las actividades que realizaba.

Lo cierto es que las autoridades de Tamauli¬pas y federales, saben desde hace tiempo que en esa región del país, los migrantes son extorsionados, vendidos a tratantes de personas o reclutados como sicarios. Las organizaciones civiles habían detectado desde 2008 la comercialización que los cárteles del narcotráfico hacían de los indocumentados. Por tanto esta historia, solo era cuestión de tiempo para que apareciera.

Chiapas a la zaga en el bicentenario…

Los festejos del Bicentenario de la Independencia de México y Centenario de la Revolución Mexicana, que se llevan a cabo en Chiapas, han sido reconocidos a nivel nacio¬nal, asegura la hija del ex gober¬nador Jorge de la Vega, Katina de la Vega Grajales, que es la coordinadora en Chiapas, de la conmemoración de los 200 años de la Independencia Nacional. Según ella, vamos adelante de todo el país, por lo menos eso aseveran medios locales a los que ella jamás corrigió, si hubieran interpretado mal sus palabras.

Cuando uno conoce el pro¬grama que ha previsto la apara¬tosa y anodina oficina que dis-pone Katina para tan singular ocasión, se puede prever que solo se repiten los eventos previs-tos en la agenda cívica y no hay mayor diferencia con respecto a otras celebraciones.

Esperemos a ver que pasa el 14 de septiembre, día que se reinaugurará la torre Chiapas y el Parque Morelos o plaza de la solidaridad, o sepas Dios como era su anterior nombre. Porque cada que pasa un nuevo gober¬nante le cambian de nombre, aún cuando la mayoría de los tuxtlecos siguen llamándolo par¬que Morelos. Bueno, según la hija del ex gobernador ese día se va a echar la casa por la ventana y se presentará una pantalla gi¬gante que dará cobertura a cien mil invitados y presentarán un video sobre las bellezas de Chia¬pas. Mmm…una pantalla… mmm…también un video… mmm. Vale pues.

Bueno, pues la señora Katina ha expresado que incluso nuestra fastuosa celebración es tan magna que alcanza latitudes hasta Guanajuato (no lo puedo creer… ¿hasta allá?) donde se presentará un pabellón enorme que de igual forma permitirá que los mexicanos sepan más de la entidad. Habla igualmente del refuerzo del nacionalismo y del espíritu patrio. Anuncia una colección de música de lo que es la historia de Chiapas, en donde se puede mencionar la autócto¬na y de los grandes composito¬res que presentan temas de todo tipo. Luego pretende explicar su particular punto de vista acerca de Chiapas y su federación, y cuando incurre en esta opinión, la hija de su papá, acusa lo que ella es: Una chiapaneca defeña que no conoce Chiapas.
Sus relaciones con intelectuales y políticos prestigiados como Jorge Castañeda y De¬metrio Sodi (dicen algunos de afectos y aprecios) demuestran que ella ha aprovechado su ran¬cia cuna “comiteca” para buscar su propio espacio. Pero su papel como servidora público es por demás deplorable.

En nuestra entidad fue la responsables de una cosa que se llamada oficina de pueblos y ciudades o Desarrollo integral de poblados, Secretaria de turis¬mo y ahora Coordinadora de los festejos del bicentenario y se ha mantenido en la teta guberna¬mental tanto tiempo, sin ofrecer un trabajo que hable bien ella, que no se extraña uno, de los pobres resultados que ha dado la oficina que actualmente coordina y que su mayor éxito son un montón de lonas, camisetas y tazas para los cuates y un sitio web que nadie actualiza, y peor aún, casi nadie visita.

Lamento eso, porque el Bi¬centenario era pretexto extraor¬dinario para hacer 100 concier¬tos en todo el estado con bandas, filarmónicas, grupos de rock, ensambles, grupos de cámara y cantantes famosos. Se pudieron haber hecho cien ediciones de carácter históricas con el sello del bicentenario recuperando desde textos de Lucas Ala¬mán, de don Carlos de maría y Bustamante, por su perspectiva sureña, hasta llegar a Andrés Fábregas, Jan de Vos, Sergio Nicolás Gutierrez, Humberto Ruz y Juan Pedro Viqueira, por decir algunos. Como hubiera estado bonito hacer un ciclo de mil conferencias (se puede) para ir a cada plaza pública a hablar de Chiapas.

Vi en una ocasión a Carlos Gutiérrez Alfonzo leyendo en plaza pública de Comalapa y en voz alta a Jaime Sabines. En el parque pusieron sillas, le dieron una mesita y un micrófono. La gente -que no era invitada, sino transeúntes- estaba atenta. Les gustaba ese loco que hablaba de ideas bonitas. Ahora, imagi¬ne charlas con un poco mas de organización. Imagine el efecto de una orquesta sinfónica en San Cristobal, Tuxtla Gutiérrez o Comitán. Aún recuerdo a la orquesta sinfónica de Jalapa que vino al Teatro Emilio Rabasa en la década de los 90s. Cientos de tuxtlecos – sin la ser la “intelec¬tualidad”- aplaudíamos a rabiar. Imagine al gobierno regalando miles de libros conmemorativos. Y aún cuando puede sonar caro, no lo es. Hubiera bastado con¬vocar a alcaldes y prorratear el gasto con el gobierno estatal y federal.

Pero bueno, ya se que pien¬sa que es difícil reunir a todos los presidentes con este motivo cuando lidian a diario con “verdaderos problemas sociales” (con que lo hubiera pedido el gobernador, ya verá si no vie¬nen) pero pudo dedicar los primero días del año a invitar¬los personalmente y animarlos a sumarse. Hubiera bastado con que dijera: el gobernador nos encarga…

Con un convenio suscrito, desde el inicio del año, con todos los alcaldes para coordinar este esfuerzo, a fin de aprovechar la lana de todos, hubiera bastado. Cada municipio pudo haber pa¬gado un concierto, un libro con un tiraje de 5 mil ejemplares y una serie de eventos que divididos entre todos, bien se hubiera logrado una magna celebración.

El sistema de Radio y Te¬levisión de Chiapas (omitamos por pudor eso de la cinema-tógrafía) en coordinación del centro de estudios sociales de Chiapas y Centroamérica (cesmeca) de la UNICACH se la hubieran pasado grabando programas con los resultados de las nuevas investigaciones sobre nuestro estado. Con imaginación habrían salido 100 progra¬mas de media hora con los que nos debieron estar machacando no solo este año sino los venide¬ros para realmente saber cómo somos. Al respecto es sano decir que con solo unas llamadas y un pequeño equipo de producción grabaron algunos programas en torno a nuestra memoria, cuya producción fue de mala a buena, pero cada programa encerra¬ba unas charlas fabulosas, por la calidad de invitados y porque el moderador, hizo las preguntas exactas. Estas entrevistas televisivas se reproducían para radio y era realmente difícil dejar de escucharlas ¿y su costo? Casi nada.

La iniciativa privada pudo entrarle a hacer un museo iti¬nerante para llevar a todos los municipios una exposición que hablara de Chiapas y de las cosas buenas que hacemos, para animar el espíritu de trabajo. El INAH, pudo haber hecho la propuesta museográfica acerca de la rica cultura que nos pre¬cede.

El propio CONECULTA pudo ensanchar sus actividades hacer todos sus eventos con el sello. Que a decir verdad, no se que hacen, Lo que si sé es que entre CONECULTA y la ofi¬cina de festejos de Bicentenario de doña Katina no se hablan y lo que es más, no se quieren. Las veleidades han convertidos a funcionarias en hogueras de frivolidades banales (si eso existe, claro está).

Si se hubiera coordinado un programa general para unifor¬mar las actividades y festejos; si se hubiera coordinado a un grupo de intelectuales y organi¬zadores hartas cosas se hubieran hecho. Si esta coordinación se hubiera “coordinado con todos” hubieran hecho una gran cele-bración. Si se hubiera, si se hubiera. Pero no existe el hubiera y la hija de su papá se asumió muy importante para ocuparse de ba¬gatelas de su encargo o desdeñó la “pobre posición” que le die¬ron e hizo como que trabajaba y sabrá Dios que hizo realmente. Si en septiembre hay hartos eventos, no creo que se deban a la hija de su papá, sino a la iner¬cia de la fecha y a lo argüende¬ros que somos los chiapanecos.

Torre Chiapas en zona de fango

Las obras públicas del go¬bierno actual están mal. La nueva supercarretera, que no es autopista, que va a Tonalá y que en este mes se inauguró, está cayéndose en varios tramos. Preocupa que esa obra sea como la otra que va Cosoleacaque Veracruz. Nunca está bien y su calidad es terrible. No vale lo que se paga por peaje. La de Tonalá no aguantó su primer lluvia y ya la están arreglando.

El sufrido micropaso a des¬nivel que les llevó dos años hacer en el libramiento sur de nuestra capital, tiene hundimientos en la cinta asfáltica de 40 centíme¬tros. Los coches invariablemente rayan su panza y los despistados que caen de golpe, no pueden evitar recordar amablemente a las progenitoras de muchos funcionarios. Y esta obra está nueva.

Dicen los expertos que lo cavernoso o fangoso de nuestro suelo es la causa de que edifi-caciones como puentes o cons¬trucciones de multinivel sea difícil hacerlas en nuestro estado. ¿Recuerda el cristo de Copoya? pues debieron detenerlo y modi¬ficar su material de construcción y sus bases porque el proyecto original era muy pesado. De haberlo hecho con las especifica¬ciones originales lo más seguro es que se pudo haber caído por estar sobre cavernas.

De la misma manera el fa¬moso puente a San Cristóbal tardó en hacerse, no solo por la negligencia y estupidez de Pa¬blo Salazar (que ha regresado a elegir a otro gobernador, dicen, no me crea) sino porque el dise¬ño del puente original requería suelo firme y de eso no muy hay por acá. Si usted supiera como está sostenido el puente actual, sudaría al pasar por ahí. Bá¬sicamente el actual puente es una caja hueca que se ancla en sus extremos y no se sostiene por megacastillo que tiene abajo. No quiero decir que esté mal, solo que requirió una solución com¬pleja el puentecillo que tanto ayudó a detestar, al detestable Pablo Salazar Mendiguchía.
En el caso de la Torre Chiapas que está punto de ser inaugu¬rada me comentaban ingenieros de la misma, que se edificó en la zona mas fangosa de Tuxtla y que se requirió de una inversión mayor para mantener su equi¬librio y evitar que se balancee. Esta torre que aún no sabemos negocio de quien es, ni quien es realmente el dueño. Vaya no sabemos si fue el estado el que invirtió o si la IP lo hizo, lo cierto es que tiene los vicios de edificación similares a los de administraciones anteriores. Y esperemos que el negocio en ciernes, no vaya a inclinarse un día y nos remitan la factura nue¬vamente.

minusvalía lectora en México.

En México 7 de cada 10 estudiantes de pri¬maria y secundaria, esto es, poco más de 14 millones 600 mil estudiantes, efectivamente decodifican el alfabeto pero no saben leer. No leen con fluidez y lo que es peor, no comprenden los textos.

Los niños o jóvenes leen mal, muy mal y cuando lo hacen están tan concentrados en decodificar con eficacia el alfabeto que no van al tanto de las ideas que están expresando. En reciente declaración del secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio Irazábal, dio a conocer estadísticas al respecto, realizadas en miles de escuelas de todo el país, y muchos levantamos las cejas y comprendimos porque, entre otras cosas, nuestro país está como está.

Una semana antes de volver a clases, los maestros en todo el país -más de un millón de ellos- se dedicaron a atender asuntos relativos a las nuevas estrategias del gobierno para salir de este penoso cuadro; de la obesidad y la presentación de nue¬vos textos de historia. Y, en toooda una semana, vieron tres asuntos torales para reiniciar las clases con mayo brío.

El primer asunto fue resolver problemas burocráticos: tres días. De los cuales siempre los maes¬tros se presentan, firman piden permiso, salen, se reportan enfermos y un largo trecho de etcéteras, para perder el tiempo, y que son harto eficaces para el propósito. El segundo asunto fue fomentar hábitos del mejoramiento físico (tablas rítmicas, calentamientos y actividades físicas) y todos, sin excepción, lo tomaron a desmadre. Hacían bro¬mas mientras un maestro les explicaba. Todos se hacían bromas entre ellos, porque resultan ser los primero obesos que no podían hacer casi nada de los ejercicios que supuestamente deben practicar con sus alumnos y se pedorreaban de tanta risa, de no poder siquiera agacharse y tomar sus tobillos. Cuando mucho se concretaban a observar mejor el trasero de la compañera buenona o del maestro más galán. En fin que fue un asunto casi inútil. Una hora de práctica.

Y el tercer asunto tratado, fue el de ampliar los horarios de lectura en niños y jóvenes: un día para atenderlo, una hora de discusión. En ese día los maestros trataron un asunto tan delicado con todo la capacidad que les da su bagaje (¿cual?). Al menos en Chiapas se dedicaron a hablar de la lectura de comprensión y ese concepto los enfrascó en discusiones retóricas derivadas una punto de profes ignorantes, que jamás leen. Ni en defensa propia, vaya. No puedo imaginarme el nivel de discusión. ¿cómo un maestro que se enfrasca diario en charlas de cantina, de novelas, que está más ocupado en sangrar al ISSSTE, que busca perder el tiempo miserablemente y que especialmente no lee, puede esgrimir un mínimo criterio sobre la importancia de la lectura y sus alcances? ¿cómo, díganme?

Por eso al concluir la ceremonia de presentación de los “Estándares Nacionales de Habilidad Lectora” el pasado 26 de agosto en la ciudad de México, el secretario de la SEP, explicó el opro¬bioso estado en que se encuentran los más jóvenes mexicanos e hizo un llamado a los padres de familia a colaborar en la generación de una “nueva cultura por la lectura”. Dijo que para saber eso, se realizó un estudio dentro de las escuelas primarias y secundarias del país y que: aproximadamente el 30 % de los niños de cada uno de los grados están dentro del estándar de identificación de palabras y comprensión del significado del texto.

Convocó a los padres de familia a sumarse a ésta actividad, reiterando que si todos los días leemos 20 minutos con nuestros hijos y cada 4 o 5 días les medimos cuántas palabras por minuto leyeron, vamos a poder evaluar con gran precisión lo que están avanzando nuestros hijos. Y aseguró Lujambio Irazábal a los padres de familia que en 4 o 5 meses van a ver una mejoría radical, notoria, espectacular, del modo en que nuestros hijos lean y comprendan la lectura (pobre…es tan iluso, como los que creyeron en el 2000 que una vez afuera el PRI de Los Pinos, México se iba a transformar dramáticamente). Lo único con lo que si estamos de acuerdo es con aquello de que en ésta tarea “los padres son protagonistas”. Pero creemos que los resultados de una nueva cultura con respecto a los hábitos de lectura de los niños van a llevar años, si no, lustros.

Lo cierto es que no se puede descansar la edu¬cación en los maestros. En México y básicamente en este momento, lo que los maestros enseñan a los niños y jóvenes son rudimentos del conocimiento y en la mayoría de los casos, procuran que el niño memorice, que recuerde datos, no le enseñan a aprender y mucho menos a amar el conocimiento. Pero lo peor de todo es que en ese proceso le infligen la actitud derrotista acerca del país y le enseñan como las cosas se pueden hacer mal y de paso, exigir que les paguen bien. Como a ellos.

Por ello es imprescindible que los padres en¬tren al quite en la educación fortaleciendo el sen¬tido filosófico del artículo tercero constitucional que a la letra dice: La educación que imparta el Estado tenderá a desarrollar armónicamente todas las facultades del ser humano y fomentará el amor a la Patria y la conciencia de la solidaridad, en la independencia y en la justicia…(sic) …dicha educación será laica y, por tanto, se mantendrá por completo ajena a cualquier doctrina religiosa; ..(sic)…Será democrática, considerando a la de¬mocracia no solamente como una estructura jurídica y un régimen político, sino como un sistema de vida fundado en el constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo; Será nacional y atenderá a la comprensión de nuestros problemas, al aprovechamiento de nuestros recursos, a la de¬fensa de nuestra independencia política, al asegu¬ramiento de nuestra independencia económica y a la continuidad y acrecentamiento de nuestra cultura…(sic)… contribuirá a la mejor convivencia humana, a fin de robustecer en el educando, junto con el aprecio para la dignidad de la persona y la integridad de la familia, la convicción del interés general de la sociedad, evitando los privilegios de razas, de religión, de grupos, de sexos o de individuos. ¿Que tal eh?...apuesto a que ni lo había pensado y supuestamente, eso, deben hacer nues¬tros maestros

Pero volvamos con nuestro valiente funcionario federal que señaló que no se trata sólo de leer rápido por leer rápido, con fluidez, sino que ello otorga mayor capacidad de comprensión de los textos. Si se lee de corridito sabemos qué clase de lectores somos. Al concluir la ceremonia el secretario volvió a señalar que mientras en México el promedio de lectura por habitante es de 2.9 libros por año, los españoles leen 7.7; los argentinos 3.5; y los alemanes 12 libros por año.
Coincidimos con el secretario Lujambio Ira¬zábal sobre la necesidad de una nueva cultura de la lectura y la mejor manera de lanzar una iniciativa que logre finalmente gene¬rar este incentivo para que todos los mexicanos aprendamos a leer, es que los padres de familia tengamos una claridad exacta y precisa, de cómo están leyendo nuestros hijos. (quedamos medios mudos )

Como nota final debemos expresar que no todos los maestros son malo e ignorantes, borrachos, mujeriegos, chismosos, malechotes, peorpensan¬dos, pepenaflojeras. No, hay buenos maestros. No muchos es lo malo. Pero hay algunitos.

Ciegos ante el bicentenario

La historia brindó a México una oportunidad para la reflexión al cumplirse cien años de la Revolución y doscientos de la Independencia, pero se perdió lamentablemente la ocasión. El gobierno no hizo algo que valiera la pena y los ciudadanos irresponsables solo contemplamos los errores y nos revolcamos en nuestra desidia, nuestro resentimiento y nuestros lamentos.

La idea de hacer del Bicentenario una gran fiesta nacional, quedó vapuleada por las coyunturas: desde que el entonces presidente Vicente Fox nombró al perredista Cuauhtémoc Cárdenas como Coordinador de la celebración y sucesivamente cinco personas ocuparon ese cargo. Todos nos vimos envueltos en la insaciable rapiña de lo inmediato. Nada de lo que hacían nos gustaba.

En 2006 el bicentenario ató a Fox, que no fue capaz de resolver la crisis en Oaxaca y dejó al imbécil de Ulises Ruiz campear en la impunidad. Su falta de verticalidad lo enroló en el descrédito por los escándalos de su familia.

En 2007, Calderón arrancó sometido por la casi ilegitimidad de su llegada a Los Pinos y el inicio de la guerra contra el crimen organizado.

2008 fue el inicio de la crisis económica, el avionazo de Mouriño y la sucia elección interna del PRD.

En 2009 llegó la influenza, cayó la producción petrolera, se colapsó la agricultura por la sequía, la liquidación del SME y el recrudecimiento de la violencia por la inseguridad.

En 2010, mientras la clase política se disputaba 10 gubernaturas, cientos de hombres se disolvían en ácido; a otros los colgaban de puentes, mientras 72 migrantes eran acribillados y el virtual gobernador de Tamaulipas era asesinado.
El gobierno federal debió haber sido el convocante a la reflexión nacional se entrampó en bisuterías. Le faltó altura y profundidad para convocar los ánimos identatarios.

Hoy podemos decir que el Bicentenario será recordado como un problema vial y un fiestón de dos días en el que se gastaron miles de millones de pesos en todo el país, mientras el ciudadano de a pie, contemplativo, absorto y estupidizado por su jodidez no se percata que la historia está pasando frente a sus narices.

Supercarretera Ocozocoautla- Las Choapas (jajajaja…)

En el año de 1990 cuando, en un auditorio del Museo Regional de Tuxtla Gutiérrez, La SCT vino a plantear la urgente construcción de la autopista de Tuxtla a la ciudad de México, con un trazo casi igual de largo que el que existía vía La Ventosa, pero más recto. El argumento era que este trazo tenía menos curvas y una mejor disposición de elevaciones. Al final habló Patrocinio González y dijo: No. Según él la ruta estaba mal y que la nueva autopista debía atravesar dos reservas naturales para hacer más corto el tramo, y para tener posibilidad de observar y cuidar las biosferas. Con ello, dijo, se logra principalmente lo que pretende una autopista: recortar el tiempo y la distancia en un recorrido.

Inmediatamente inició un ruidoso murmullo que acusaba a Patrocinio como un imbécil inconsciente que no amaba al medio ambiente. Patrocinio terminó de escuchar el murmullo y dijo: Noto que no es autorizada mi perspectiva con respecto a la protección de medio ambiente, entonces les pido que escuchen a alguien que sabe. Señaló hacia el público y se puso de pie Don Miguel Álvarez del Toro, que con el peso de 40 años de experiencia en protección del medio ambiente chiapaneco, les dijo eufemísticamente a los de la SCT: Que eran unos pendejos ladrones, que pretendían embolsarse millones de pesos con el trazo por demás estúpido. Obviamente no se hizo nada.

En esa época, llegar a la ciudad de México obligaba casi 18 horas por la vía de La Ventosa. Luego en 1998, Albores Guillén comenzó a trabajar sobre una nueva ruta, su trazo ladeó levemente una de las reservas y con un trazo de 189 km recortó el tramo a México por casi 200 kilómetros, lo cual redundó en un ahorro sustancial de tiempo por la amabilidad del trazo. Pero no le alcanzó el tiempo, llegó el indecible Pablo Salazar y le dejó a éste, el fidecomiso para concluir los puentes que permitían el uso de la nueva supercarretera, que no autopista. Pablo Salazar en lugar de avanzar con ese proceso y por su odio (de irresponsabilidad estúpida) hacia Albores retrasó 5 años la conclusión de la supercarretera (diciembre de 2005). Con su apertura muchos descubrimos que la nueva vía ya tenía hoyos y daños por el abandono. Sin embargo era un alivio ir al centro del país en cerca de 10 horas en automóvil o 12 de autobús.

De esa época a la fecha, esa carretera ha acumulado una cantidad de baches increíbles que ha tornado la vía tortuosa e infame. Cada año se invierten cerca de 200 millones para mantenerla “transitable” y cada año que pasa la vía está peor.
En el mes de enero de 2007, el gobierno de Chiapas organizó una reunión interinstitucional para coordinar los esfuerzos y agilizar las obras de reconstrucción y mantenimiento de la supervía, con el fin de mejorar su servicio y activar la afluencia de usuarios. El argumento era que, las malas condiciones en las que se encuentra la carretera, ocasionaban gastos onerosos a la industria, el comercio, el transporte y al sector turístico, por la demora y la peligrosidad que ya acusaba la vía. Amén de accidentes automovilísticos y asaltos, que comenzaron a registrarse desde su apertura.

A pesar de los esfuerzos que se habían realizado por parte del gobierno del estado, la federación mantuvo su paso lento y tortuoso para la liberación de recursos, para el mantenimiento y reconstrucción de algunos tramos carreteros severamente dañados, por fenómenos climáticos de esta importante arteria.
Desde el 2008 y parte del 2009, los comerciantes y agremiados a la industria del turismo, comenzaron a poner mantas en sus negocios instando a la autoridades federales invertir en la reparación de la carretera. Con base en ello, en marzo del año pasado María Elena Orantes, Senadora, se quejaba en el pleno del Senado sobre la falta de atención de la federación al respecto:
“Este año se aplicarán alrededor de mil 991 millones de pesos para el mantenimiento, conservación y modernización de diversas carreteras en el estado de Chiapas, de los cuales 240 millones de pesos serán aplicados para la reconstrucción del 80% de la autopista Ocozocoautla-las Choapas. Sin embargo, los recursos, como en muchos otros proyectos de infraestructura mexicana, se encuentran a la espera de ser liberados por la Secretaría de Hacienda. Parece increíble que el plan anticrisis del Presidente Calderón esté detenido por la burocracia hacendaria.” Ni caso le hicieron.

En este año, 2010, en supervisión que hiciera un colega de un diario local, recogió esta declaración de un camionero: "la autopista está destrozada desde hace años que pasamos y el problema sigue igual. Creo que el problema se encuentra en que la parchan mucho y no utilizan el material adecuado",

Una turista neolonesa, Alejandra Saucedo, dijo apenas el mes pasado: "está muy deteriorada la carretera, no hay la seguridad suficiente que garantice llegar al estado de Chiapas para poder disfrutar de su naturaleza”

Para acabarla, las lluvias recientes provocaron dos derrumbes, el primero sobre el kilómetro 147, donde se vio obstaculizada la vía en su totalidad, provocando la reapertura derruyendo un cerro y varios tramos se quedaron con un solo carril.
Con eso en contra, el gerente de CAPUFE en Chiapas, César Rodríguez Cal y Mayor, informó que “la vía estaba bien y que, incluso, en los tramos en reparación donde se registraron un deslaves se sigue trabajando”. Noten el juicio nublado de este funcionario.

Pero el extremo de la nota es que, durante un viaje reciente a la ciudad de México pude constatar la oprobiosa condición de esta arteria federal y lo lamentable es que de alguna forma, no sé cómo, la parte más afectada es la que corresponde a Chiapas. No quisiera abrir una vena de cizaña, pero basta ver el trazo de casi 200 kilómetros que hay, y darse cuenta que la parte de Chiapas es la más dañada. A las pruebas me remito.

Lo único que lamento es que hemos retornado a hace 20 años. Cuando ir a México requería cerca de 18 horas. Gandhi decía que un buen líder debe viajar en los vagones de segunda del tren, para escuchar que dice su grey. En Chiapas nadie viaja en carretera y están más preocupados de llevarnos a Houston en viaje directo, que en re encarpetar una vía utilizada por nosotros: Los chiapanecos de segunda.