27.5.09

Comentario a Don Sergio Aguayo

Como expresara el filósofo italiano Michelango Bovero

La excesiva longevidad de un régimen de gobierno o del predominio de un casi partido/Estado, favorece el crecimiento de un sistema (democratizado, diría yo) complicado y casi intocable de privilegios….
…(sic) No se puede concluir que un Estado sea o se haya vuelto una democracia madura por el sólo hecho de que se haya verificado una alternancia en el poder. Tampoco se puede afirmar que el mismo Estado no lo fuera anteriormente por la sola razón de que no se había producido aún una alternancia…

Y ciertamente que el hecho de que ocurra una renovación de partidos en el ejercicio del poder público no garantizan una real calidad democrática. Vaya, el hecho mismo del concepto democrático en México hoy está sobrevaluado, porque quienes han ganado en los últimos procesos de elección sólo han obtenido una mayoría relativa, pues más votaron en su contra que a favor. Si sumamos todos los votos de otros partidos en contra del que ganó éste, en los últimos procesos, ha tenido menos votos. Ergo, ningún Presidente de la república en los pasados 20 años goza de lo que pomposamente denominan legitimidad. Y de ahí la necesidad de “construirla” mediáticamente.

Ahora, no es del todo lamentable. Me parece el método mexicano, más civilizado y cosmopolita que el resto de América Latina.

Utilizaré analogías para evitar un discurso harto sabido y saturado de retórica: Si hoy disponemos de versiones historiográficas de que los niños héroes, no eran niños y tampoco héroes, sino una bola de inconscientes y que nuestro padre de la Patria, Don Miguel Hidalgo, no era ningún protohombre porque tenía hartos hijos, porque no hacemos lo que Friedrich Nietzsche propuso con sabiduría acerca del pasado individual. “Si no tenemos un buen padre, hay que inventárselo”. Porque al final uno requiere de una roca fuerte para cimentar su vida y en el caso colectivo, aún con sus asegures, tiene el mismo principio.

A veces quisiera saber cómo los famosos tigres asiáticos resolvieron su convicción de dejar de ser un pueblo de pobre hortelanos y se asumieron como país desarrollado en escasos años. Vaya, cómo dejaron de tirar basura en sus calles y cómo llegaron a entender el concepto del desarrollo profesional, aún para hacer cucharas, (si, se que los productos que viene de china son una porquería, pero porque son los que traen a México. Los que llevan a Europa o Norteamérica son distintos).

Entonces porqué, si sabemos que es imperfecta nuestra democracia, no seguimos construyendo hacia arriba, en lugar de detenernos en un discurso antigobiernista que mas parece del PSUM intelectualizado de los 80s, que en el transparente discurso de la construcción,. Siento que estamos anclados en la discusión de Bizancio que dio lugar la frase emblemática (¿de que sexo son los ángeles?). La discusión de la democracia en México ha alimentado librerías, ha saturado la red de ingeniosísimas y muy elocuentes conjeturas, pero que son como el equipo de futbol mexicano, que juegan como nunca pero, pero que pierden como siempre. Conjeturas elocuentes que fotografían con claridad pero que no muestran un camino mejor.

Le ruego estimado doctor Sergio Aguayo, que no tome mis sencillos comentarios como una ironía a su postura. Estimo sinceramente que debemos votar, por el menos malo si así fuere necesario, pero votar. Creo, desde la perspectiva de un lego en la interpretación política, que es mejor. Y a pesar de maravillarme de casi todo lo que usted expresa, difiero en la anulación del voto.
Lo saludo respetuosamente desde Chiapas

http://www.sergioaguayo.com/articulos/2009/aguayo_la_nausea_27_mayo_2009.pdf