4.10.10

El fuero a las órdenes de los pillos

En México hemos perdido nuestra capacidad de asombro. Mientras asesinan alcaldes en una franca lucha que no respeta jerarquías políticas; mientras el hampa es capaz de sacudirse a un gobernador que no quería “pactar” mediante un letal rocío de plomo; mientras críticos del gobierno como Jacobo Zabludovsky que, apocado y blandengue le pide al presidente que abandone la guerra (en una expresión que ha perdido horizonte en una zona de raciocinio harto compleja que asumíamos que él entendía); mientras vemos como en EUA, el presidente y su secretaria de estado discuten acerca de si México emula a Colombia o no. Mientras eso sucede, los pillos en México, los indignos, buscan el fuero que los blinda de la acción legal.

En días recientes Julio César Godoy Toscano, candidato ganador a diputado federal y hermano del gobernador de Michoacán, quien fuera acusado de delincuencia organizada, violando los filtros de seguridad de la Cámara de diputados, tomó po¬sesión de su fuero, que no encargo. No es sólo el hecho de burlar la vigilancia de San Lázaro con todo y cerco de la Policía Federal; lo han hecho organizaciones, individuos, rebeldes con causa o sin ella. O que Julio César Godoy Toscano haya tomado protesta como diputado federal y a partir de ese hecho tenga un fuero que, quiera o no, el gobierno federal deberá respetar. Lo grave del caso son dos cosas: la primera es que ahora este patán se convertirá en una suerte de héroe y como cuchillo de palo criticará la guerra contra el narco bajo la tesis de que episodios de esta guerra tienen dedicatoria política. Godoy Toscano puede ahora defenderse en público. Podrá dar tantas conferencias y entrevistas como quiera. Podrá debatir, incluso desde tribuna, las acusaciones que se le hacen no sólo a él, sino a Gregorio “Greg” Sánchez (ex candidato a gobernador de Quintana Roo) o a cualquiera de los in¬volucrados en el “michoacanazo”, sean inocentes o no.

La segunda es que este hecho sienta precedente acerca de lo que es posible en términos legales. Porque una cosa es estirar la ley para que los gobernantes en turno se salgan con la suya, como ejemplo están las pasadas elecciones estatales en donde IEPC dio legalidad a la lista avalada por el rebaño sagrado (Villanueva, Nemecio, Perkins) y los que no estaban de acuerdo fueron acallados por la promesa de arraigo y prisión, y otra muy distinta es conducirse tratando de obviar la ley, como era la intensión de estos mismos patanes cuando pretendieron anular el pasado proceso electoral.

En el Caso de Godoy refiere a un hampón que hace uso de la ley para salirse con la suya. Esto entraña otra pregunta ¿y los diputados que le tomaron protesta con base a que postura moral lo hicieron? Con tal de salirse con la suya y defenestrar la cauda de errores estúpidos del gobierno federal en la guerra que nos guste o no, debía de librarse, los legisladores que ven en sus posiciones un juego de ajedrez en el que lo importante es socavar la fuerza de otros, sin importar la lesión moral que le infligen a la sociedad.

No soy ningún delincuente dijo el patán de Godoy Toscano. Hemos ganado varias [acusaciones] a la PGR. Da lástima que siendo autoridades competentes, hagan acusaciones inverosímiles que digan que una persona es delincuente con un solo testigo protegido, con personas que dicen que tienen un testimonio anónimo. Es una ridiculez y una falacia, dijo, inaugurando sus derechos políticos, restaurados de facto.

La noticia que da no es nueva, los montajes en el ámbito de la procuración de justicia son de una larga tradición nacional, sin embargo algo que aún anima al ciudadano promedio es que la percepción de la misma tiene ahora nuevos matices, y estos no derivados de la actual administración sino de los últimos tres sexenios, en donde se les ha quitado blindaje a familiares de presidentes de la república, exgobernadores, banqueros y poderosos. Más ha sido esta administración la que se ha confrontado abiertamente con los cárteles mexicanos, los terceros en el ranking global de maldad, y se ha roto una paz sepulcral que al respecto había y que sin embargo subyacía sin interés de los medios de comunicación.

Hoy la guerra se transmite en vivo y en tiempo real. Ahora nos llamamos a sorpresa de una simbio¬sis que prevalecía entre hampones y autoridades y que igual que ahora, ya tenía su descuentos masivos de muertos desde hace lustros. Esa percepción de una guerra sin precedente nos ha hecho perder el fiel de la balanza al juzgar actos como la toma de protesta y protección de acción legal (fuero) de un sátrapa, al que no se le pudo probar sus alianzas con mafiosos pero que inevitablemente, él tampoco ha sido capaz de convencernos de lo contrario.

Godoy Toscano habla de un “montaje” en su contra, pero no da pistas de la razones para ello. No era, ni es una figura preponderante en el poder público de Michoacán. No tenía mayor relevancia que ser medio hermano del gobernador. Su opinión política no era aguda, ni sus actos llamaron la aten¬ción, sino hasta las acusaciones del gobierno fede¬ral. Por el contrario su forma de actuar, levantaba suspicacias, así que no había necesidad de “monta¬je”, ni su detención era estratégica como el caso de Greg Sánchez. Los más destacable sería su obtuso modo de ver la política, pero eso tampoco es una sorpresa. Así se acostumbra a hacer las cosas en su Partido. Punta de agavillados.