23.11.11

De títeres y del terror

Chiapanecos de segunda octubre de 2011


Vivimos bajo el terror. Por casualidad providencial, un amigo agricultor debió ir a la procuraduría de justicia del estado y en su búsqueda de una oficina que le informara – tenía noticia de que lo habían demandado por robo de ganado y quería defenderse – llegó a una en donde el nombre de este humilde escribano se comentaba con la dedicatoria que se la hace a un enemigo, y un zutano (no sabemos quién es) dijo: a ese güey nos lo vamos a chingar.
- ¿Estás seguro vos? ¿ no habrás oído mal? Inquirí más que escamado. Vaya, con retortijón en la panza.
- Si ca´… si hasta el periódico ese donde escribes tenían en la mesa y ¿qué más es Álvaro Robles que vos?…
Que puedo decirles amigos lectores. Nada. Sólo que es lamentable el terror. Y es mismo que experimentaron los valientes Horacio Culebro, Walter León y el no tan valiente Mario Bustamante, cuando terminaron en prisión por oficios de poderosos, que no los quieren y no los aceptan.

En dos meses me han llegado amenazas abiertas y disfrazadas algunas, de buenas intenciones. No he hecho caso, por aquella conseja de que perro que ladra no muerde. Pero ahora el chuchón que me mira maliciosamente, no ha dicho ni pío. Mnnn… este si me preocupa.

Ayer mismo fui a una cena con un desconocido al que sometí a diversos interrogatorios, pues él, sin saber de mi, más que lo que escribo, insistió semanas atrás, en conocerme. Fui a verlo. Lo cité en el restaurante el patio a media cuadra del parque de la marimba y aún cuando fue afable, nunca pude dejar de observarlo con suspicacia. Como tampoco perdí de vista a tres jóvenes que se sentaron muy cerca de nosotros, cuando toda esa estancia estaba casi desocupada. De unas 20 mesas solo la nuestra estaba ocupada y me pareció sospechoso que hayan escogido sentarse junto a nosotros. Luego eran muy peculiares estos cuates: ropa barata, pero celulares de lujo y dispendiosos a la hora de pedir comida y volteaban a mirarme con discreción pero en demasía atentos. He grabado mentalmente sus rostros y hoy fui a ver a un retratista para reconstruir tangiblemente mi memoria. Sería terrible para Chiapas que estuviéramos no solo mal gobernados, sino además, jodidos por el terror propio de gobierno como los del malogrado y sodomizado Gadafi. Gulp.


Roberto Albores el chico


Me pidieron amablemente que dejara yo de molestar a los Robertos Albores y que incluso el padre extrañado se preguntaba la razón de mi aspereza con ellos. Cómo el que me lo dijo es un buen amigo atiendo el mensaje y me despido de este tema, no solo por la petición, sino porque ésta, me obligó a reflexionar, si yo estoy molesto con ellos y los cierto es que no. Al chico yo lo traté durante una temporada y me parece listo y una buena persona. La neta, y no he aceptado chayo por decir esto. Y al padre le reconozco agudeza y una amplia experiencia en las lides de liderazgos. Pero también sé que son díscolos y harto egocéntricos, lo cual es muy malo para la política chiapaneca. Pues como chiapanecos ya no podemos darnos el lujo de tener “políticos jodidos”. Por el contrario, para Chiapas que está como placa de camión – hasta atrás – esperamos a grillos y polacos, con sentido de responsabilidad y que busquen hacer lo correcto. No que se empeñen en demostrarnos que ellos son lo correcto y ese es básicamente mi reclamo. Hasta ahí mi juicio final de los Albores.

Pero…

Antes de despedirme de Albores Gleason, quisiera decirle que deje de contratar a enemigos para que le hagan su publicidad televisiva. Es hilarante ver como manotea y levanta las manitas con el ánimo de ser enfático. No está bien, se ve mal, acartonado y de paso no sé porque siempre recuerdo a los títeres de antaño cuando lo veo. No lo tomen a mal. No es sarcasmo ni fina ironía. Se ve mal y no logra el propósito que pretende. Permítanme hacer una analogía. Cuando un santo varón se la pasa hablando de sus conquistas y gesticula como juan camaney que tiene viejas de a montón, la lógica obliga a la suspicacia: ¿por qué se reafirma como macho y porque tiene que demostrarlo siempre? Y la respuesta lógica es: porque no lo es y tiene pavor de salir del closet. Es como el rico real que nunca habla de paga. No lo hace porque la tiene y no necesita demostrarlo. En cambio el palurdo, pelafustán y patán, solo presume del costo de sus artículos porque quiere enviar la señal de que es rico, cuando la lógica nos dice exactamente lo contrario. Así Robertito. Su campaña no está bien y sus amigos serán unos pelmazos si le dicen lo contrario. Fin del tema. Nunca más.


Anécdota de un dragón perdido


En el 2008 Greg Sánchez, ex alcalde de Cancún que estuvo preso por supuestos y recién fue liberado y exonerado, se fue a China de viaje de negocios y tras su avión venía un huracán similar al que acaba de pasar por esas tierras. No mucho aire pero si harta agua y dejó las calles de Cancún igual que está ahora las de mi Tuxtlita querida. Al regreso de Greg, una multitud enardecida –¿cierto eh? Yo estaba ahí de casualidad – le inquirió sobre su falta de sensibilidad para andar de viaje mientras que ellos, estaban acabando sus autos con los baches horribles que había quedado. Ni tardo ni perezoso, llamó a sus funcionarios, y ahí mismo le informaron que dos dragones estaban en chinga tapa y taba bache, pero que no podían hacerlo más rápido. Entonces Greg, mesiánico como era, ordenó que se compraran dos dragones más y en algo así como dos meses, con cuatro dragones, Cancún estaba reluciente.

¿Y acá, donde es que anda el famoso dragón?