4.6.09

80 porciento de los bosque de América en manos de los más pobres



De acuerdo a un reporte de la BBC mundo de Inglaterra (http://www.bbc.co.uk/mundo/participe/2009/05/090529) La vulnerabilidad de los pueblos indígenas al cambio climático no es un tema que haya sido bien comprendido.

Gonzalo Oviedo, es consejero sobre políticas sociales de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, IUCN por sus siglas en inglés, y coautor de un informe de la organización sobre el impacto del cambio climático en los pueblos indígenas, y expresó a ese medio, que algunas de las áreas que más riesgo corren con el calentamiento global en América Latina son al mismo tiempo áreas de gran vulnerabilidad humana, porque en ellas habitan comunidades indígenas muchas veces empujadas a zonas marginales en condiciones de pobreza, con poca atención del sector público.

El 80% de los bosques del mundo están en zonas habitadas por pueblos indígenas, según el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, y cualquier mecanismo de respuesta al cambio climático va a afectarlos directamente y por tanto estas comunidades no sólo son víctimas del cambio climático, también exigen un mayor protagonismo a la hora de diseñar estrategias de adaptación.

En el caso de Sudamérica, "se ha comprobado que las montañas son muy sensibles a los cambios climáticos. La disminución de las lluvias conduce a una disminución de los glaciares y, por ejemplo, en Perú, en las montañas altas se ha evidenciado una disminución significativa de la cantidad de hielo que se derrite convirtiéndose en agua y dando origen a los ríos", señala Oviedo.

En Centroamérica, el problema es otro: la exposición a fenómenos climáticos extremos, como huracanes, que se originan en el Caribe. "Particularmente es la costa atlántica de Centroamérica la que está afectada, y en la zona montañosa muy afectada por estos eventos climáticos también viven pueblos indígenas, que en muchos casos trabajan tierras ecológicamente frágiles, en parcelas pequeñas, de escasa fertilidad". Los pueblos indígenas han utilizado tradicionalmente métodos de adaptación a variaciones climáticas. En América Latina se han investigado muy poco las respuestas tradicionales de adaptación a la variabilidad climática, de acuerdo con Oviedo.

En nuestros país donde sabemos que hay comunidades vulnerables, especialmente indígenas, se debe hacer un análisis de la vulnerabilidad de estas comunidades, que viven en condiciones de pobreza, generando además, una voragine de mayor pobreza. Baste revisar la ruta de Tuxtla Gutiérrez a San Cristóbal de Las Casas y en una vista somera podrá uno apreciar la deforestación de casi el 70% de su antiguo inventario forestal. Y este fenómeno visible desde la carretera, se está repitiendo en la meseta comiteca y en la sierra en la que se encuentra Motozintla.



No conocemos en general cual es el indicador de desorden pluvial de Chiapas, y estoy casi seguro que no hay un ejercicio formal de revisar cual ha sido el alcance de la degradación del suelo serrano en Chiapas. Lo único que si sabemos es que cada vez que empieza la temporada de lluvias, tememos por mas desastres derivadas de éstas.

Revisando el Plan estatal de Desarrollo sobre el tema forestal su primer objetivo es : Disminuir la superficie afectada por incendios forestales. Segundo: Disminuir la incidencia de ilícitos forestales. Tercero: Disminuir la incidencia de plagas y enfermedades forestales, y controlar las superficies afectadas y cuarto: Aplicar una adecuada política de desarrollo forestal sustentable basada en el manejo integrado de las cuencas hidrológico-forestales del estado.

Resulta tan general el tratamiento que el gobierno estatal quiere darle, y la falla de la estrategia la acusa la brutal deforestación con su sabidos efectos de deslaves -Juan del Grijalva- los ríos embravecidos que anualmente devoran la tierra aledaña y peores condiciones de cultivo cada vez, entre otros tantos males. La postura del gobierno es incorrecta y ineficiente.


Si revisamos la estrategia 2.1 del eje 4 de gestión ambiental dice: Se aplicará la normatividad en materia forestal, en toda la cadena de valor; se establecerá el Programa estatal de monitoreo,
inspección y vigilancia de la industria forestal e Implementará la capacitación en materia de normatividad, inspección y vigilancia forestal.

Ni siquiera suena asequible. Es decir, no es que el gobernante no tenga la intensión, pero el gobierno en si falla en sus objetivos que además de generales carecen de sentido práctico por el amplio espectro de atención que pretenden.

Estrictamente falta un planteamiento de corresponsabilidad que involucre a los que están frente a los bosques, que en su mayoría son indígenas y mestizos pobres. Coincido con el experto Oviedo que es esencial trabajar con las comunidades para reducir su vulnerabilidad, ya que los impactos del cambio climático "van a ser crecientes y lo peor está por venir”.

De acuerdo con Oviedo, "todos los países tienen la obligación moral de desarrollar planes nacionales de adaptación al cambio climático y es urgente que todos lo hagan".

Y en el diseño de esos planes o acuerdos sobre cambio climático, todo indica que los pueblos en posesión de los bosques, como víctimas o aportadores de soluciones, no deben ser ignorados.