para Juan Gabriel Coutiño, por honrar su palabra de amistad.Desde el punto de vista legal y formal, los orígenes del problema de los residuos sólidos en nuestro país, se remontan a muchos años atrás y es hasta ahora que este tema cobra vigencia en el diseño de nuevas convenciones públicas y sociales.
La interpretación de la Constitución Política de México, que en su artículo 115 dota a los municipios de la facultad de recolectar y disponer finalmente de la basura, constituye la principal causa de que este problema no se resuelva con un sentido de política ambiental nacional. Pues los cerca de 2500 municipios abrigan soluciones y tratos distintos, en clara pulverización de la solución.
Este precepto ha abierto una puerta demasiado ancha, para la comprensión de su significado. Entre municipios y regiones, dependiendo de la capacidad económica, del interés sociocultural de la comunidad y de la presión política por atender el tema, éste adquiere matices distintos.
El tema de la basura, desechos o residuos ha pasado en la mayor de las veces a un segundo término y hasta la década de los 80s, no figuraba siquiera en el discurso político. El soslayo al tema ha traído consecuencias de daño incalculable para la población actual, y lo que es peor, la parte más oscura de esta historia está por venir.
Resulta ominoso constatar que la mayor parte de la visión de futuro del gobierno, concede al tema relevancia marginal, por el peso excesivo de la pobreza, la falta de infraestructura, la salud e incluso los temas de marginación o de género.
Sin menoscabar ninguno de los temas públicos es menester revisar los conceptos al respecto, consignados en nuestros instrumentos de planeación estratégica y en particular del Programa Nacional para la Prevención y Gestión Integral de Residuos, primero en su tipo en la historia del país, cuya organización se glosa de la siguiente manera:
El capítulo uno contiene la información de los antecedentes del programa. Una suerte de base contextual que aconseja la necesidad de diagnósticos y se vincula con otros programas ambientales y al marco jurídico; el capítulo dos explica los propósitos del programa nacional y la metodología utilizada para la formulación de este programa; el capítulo tres se dedica al diagnóstico básico de la gestión de los residuos; el cuarto se refiere a los principios rectores de ésta política que destaca que la política ambiental en materia de residuos está basada en los principios de reducción, valorización y responsabilidad compartida; el capítulo cinco contiene la información sobre objetivos generales, específicos y estrategias que forman parte del Programa Nacional. Los capítulos seis, siete, ocho, y nueve, hacen descripción de los distintos residuos y sus manejos; y el capítulo diez expresa la transversalidad del tema.
Este Plan considera un primer esbozo de la solución y su planteamiento aunque mejorable, es sin duda de una gran ayuda para el momento. Sin embargo queda la duda acerca de ¿cuantos los conocen? ¿cuantos saben que existen convenciones para la disposición de residuos sólidos ? O peor aún ¿cuantos saben lo que son residuos sólidos o los lixiviados?
En el caso de Chiapas, desde algunas instancias de gobierno se está planteando una suerte de centros regionales de reciclaje y en algunos casos se habla de incineradores. Con los alcaldes que se ha tenido charla al respecto, develan que en sus muchas preocupaciones, éste, es un tema menor.
Y cuando expresan que su interés es deshacerse de la basura, no les importa que en el trayecto (de 30 a 50 km aprox.) los carros vayan liberando lixiviados en rutas de habitación humana, pastura de ganado, cerca de arroyos, mantos freáticos y demás - los lixiviados son un caldo toxiquísimo que emana de lo unión de todos componentes de basura, capaz de consumir el oxígeno de los líquidos y suele ser 100 veces peor a los residuos de cloacas y que transforman un arroyo limpio en un mancha sucia, tóxica y cuya efecto sin tratar puede rebasar los 50 años-, imagínese, rutas de 30 o 50 km de contaminación.
En el caso de los incineradores, hay diversas normas internacionales que proscriben su uso por contribuir en los conflictos del cambio climático y de la polución del aire. Huelga decir más.
Resulta entonces que la basura y agua de las cloacas, no dispone de la atención que merece, y en nuestro Chiapas, en nuestro querido Chiapas, con tantos problemas sociales y económicos, con una economía atada a factores externos, se ha dejado de ver la importancia del ecoturismo, de los productos orgánicos y de la salud basada en buen entorno (que siempre será mas barata que la atención médica de miles de pacientes de cáncer contraído por los actuales modos de vida) así como la constitución de un estado verde, con destino de largo plazo y que haga honor a la herencia natural que poseemos.